La sustentabilidad ambiental: un desafío para el siglo XXI
En 1987 se presentó ante la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, el Informe Bruntland que definía al desarrollo sustentable como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”.
El desarrollo sustentable y sostenible no sólo contempla el progreso económico y material, sino que el mismo se plantea en armonía con el bienestar ético-social y el aprovechamiento responsable de todos y cada uno de sus recursos naturales.
¿Cuál es la diferencia entre sustentabilidad y sostenibilidad ambiental?
La sustentabilidad ambiental, la entendemos como una condición donde la población actual puede satisfacer sus necesidades (agua, alimento, abrigo, ocio) y mejorar su bienestar empleando los recursos naturales disponibles, pero sin comprometer la calidad de vida de las generaciones venideras ni de las especies que habiten el planeta.
Mientras que la sostenibilidad ambiental implica una mayor responsabilidad social y ética, y se centra en la idea de que cada acción humana debe tener en cuenta las consecuencias a largo plazo tanto para el medio ambiente como para las generaciones futuras.
En resumen, la sustentabilidad ambiental se centra en la conservación y regeneración de los recursos naturales, mientras que la sostenibilidad ambiental tiene en cuenta la responsabilidad social y ética a largo plazo en todas las acciones relacionadas con el sistema ambiental.
Desafíos y soluciones medio ambientales
Si bien sustentabilidad y sostenibilidad se han ido incorporando paulatinamente al vocabulario empresarial de nuestro país, en la actualidad existen numerosas acciones a nivel local, nacional y global tendientes a abordar los desafíos medio ambientales.
Algunas de las soluciones más relevantes son:
- Transición a una economía baja en carbono: esto implica reducir la dependencia de los combustibles fósiles y aumentar el uso de energías renovables. Algunas medidas pueden ser la utilización de iluminación LED, el uso de paneles solares, la implementación de sistemas de gestión energética, entre otros.
- La conservación de la biodiversidad: esta acción tiene por objetivo fundamental proteger los hábitats naturales, restaurar los ecosistemas degradados y controlar las especies invasoras.
- Gestión de residuos: una buena gestión de residuos implica la reducción, la reutilización y el reciclaje de materiales para minimizar el impacto ambiental. Ejemplo de ello, son los sistemas de separación de residuos, campañas de concientización y programas de reciclaje.
- Uso de materiales sostenibles: utilizar materiales que sean renovables, biodegradables y/o reciclables.
- Movilidad sostenible: promover la utilización de medios de transporte menos contaminantes, como bicicletas, vehículos eléctricos, transporte público o incorporar el teletrabajo para reducir la huella de carbono de los desplazamientos.
- Compra responsable: considerar criterios ambientales en la selección de proveedores y productos, eligiendo aquellos que tengan menor impacto socio-ambiental en su producción.
Acción individual + acción colectiva
A lo largo de los años cada una de nuestras obras o proyectos no sólo cumplen los requerimientos de los clientes, sino que contemplan la arquitectura paisajística respetando y protegiendo nuestros recursos naturales.
Y desde que comenzamos a transitar el camino del triple impacto, nuestras acciones se enfocan en promover:
- Prácticas sustentables: a través de la gestión de residuos verdes y la reducción de huella de carbono (utilizando motoguadañas y motosierras eléctricas)
- Prácticas sostenibles: compra de ropa de trabajo a talleres con responsabilidad social (Fundación Media Pila) o el proyecto de reciclaje consciente en convenio con la consultora medio ambiental EcoLink.–
Lic. Vanesa Contreras Funes
Responsable de Desarrollo Humano – Ecoservice
Líder del proyecto Certificación +B • Consultora +B Edición 2022 – Sistema B Argentina
